Skip to main content
Toquecitos
Mantenerse en la cima del torneo dejó un goleador que se afirma en la red, un pibe con muchos festejos a poco de su debut, un futbolista que se sacó la mufa y el primer triunfo oficial del Milrayitas en Villa Soldati.
Abrazo segundo tanto: Brondo y Páez

• Un goleador que sigue facturando: Desde que se le abrió el arco, los goles de Manu Brondo fueron fundamentales para obtener triunfos y llevar tranquilidad al equipo cuando más lo necesitaba. Con un total de cinco en su haber con la Milrayitas, el delantero metió cuatro goles (UAI Urquiza, San Martín, Acassuso y Sacachispas) en los últimos siete partidos, aunque en esos suman un total de minutos de casi seis encuentros (505 minutos): Tras el de penal con pierna derecha (Liniers), llegaron dos de zurda y los últimos dos de cabeza. Y en la tarde fría de Villa Soldati, Brondo pudo vulnerar la resistencia de Troncoso, quien le había ahogado varios, tras un gran centro de Gabi Carrasco. “Al principio estábamos ansiosos por abrir el marcador y en el complemento, nos calmamos ya que, con paciencia, tranquilidad y el juego se iba a dar. Y por suerte luego se abrió el arco por completo. Fue un triunfo importantísimo”, comentó el goleador de Los Andes. “Debemos seguir preparándonos en estas tres finales que nos quedan. Confiamos en nosotros y sabemos que jugando como sabemos podríamos llegar a la meta que todos esperamos”, concluyó Brondo.

Sentido de pertenencia Milrayitas: La aparición de Axel Páez ya no sorprende, si hasta nos acostumbró a festejar sus goles. Sí es que, desde su debut profesional, el extremo convirtió cuatro tantos en once partidos, que nos hace olvidar hasta otro pibe de Villa Albertina que supo hacernos brillar los ojos hace poco tiempo: Diego Barros. Claro que Paez ya concretó cuatro goles en menos cantidad de partidos (once) que el futbolista que hoy viste los colores de Argentinos Juniors (4 goles en 29 partidos): Armenio, Colegiales, Colón de Santa Fe y Sacachispas fueron las víctimas de Páez. En Villa Soldati, aseguró el resultado con una contra encabezada por Lautaro Torres, quien vio solo al pibe surgido de Villa Albertina y, en un mano a mano, colocó la pelota al palo más lejano del arquero local. ¡Y quien te quita lo bailado, Axel!

Fuera mufa: En tiempo adicionado, una mala salida y una avivada de Brondo desencadenaron en el primer tanto de Lautaro Torres, quien por fin de tantos intentos y disparos en los palos en este y partidos anteriores pudo festejar su primer gol con la casaca de Los Andes y el último de la cuenta ante Sacachispas. “La verdad es que no quería entrar la pelota. Pero, finalmente, en un momento se abrió el arco y llegaron un par de goles más”, destacó el volante, quien no solo festejó su gol propio sino metió una asistencia para Páez.

Adiós a no ganar en Villa Soldati: El Milrayitas pudo romper con el mito de “reducto imposible”, al estadio Beto Larrosa, donde nunca había podido obtener un triunfo en cancha. Solo había ganado una vez en cancha (1956), pero en Lila hizo las veces de local en cancha de Liniers Sud (actual Liniers), ya que el otro encuentro de 1957 se lo dio ganado por mala inclusión de futbolistas del local.