• ¡A festejar Lomas!: Con una gran previa colorida en los alrededores de la cancha, el estadio Gallardón se vistió de fiesta y punta a punta de rojo y blanco gracias a una multitud que llenó sus gradas, no solo la platea y la tribuna Horacio de par en par, sino también hasta la cabecera Sur y la Jorge Ginarte. Humo rojo, bengalas, tirantes y todo el color. Y hasta se repartían banderas para los desprevenidos. Grito y aliento sin parar. Claro que la fiesta empalidecía con los dos baldazos de agua fría en la primera etapa por los goles de Cañuelas. Y comenzaron a activarse lo teléfonos para ver cómo estaba el escolta, “¿Cómo va Colegiales?”, era la pregunta recurrente para que muchos actualizaran páginas de ascenso u otros respondieran por informaciones de medios radiales. “Nosotros alentamos, pongan huevos que ganamos”. Y entre virtud, fuerza y coraje, el herido Milrayitas consiguió el descuento y la igualdad para que comience a llenarse los ojos de lágrimas de alegría, aunque con el empate no seguía dependiendo de sí mismo. Minutos después estallaron nuestras gargantas con el gol de Brondo que revertía el resultado. Una alegría impactante que llenó de gritos y abrazos todos los sectores de la cancha. Tic, tac; tic, tac. Las agujas del reloj parece que marcaban la hora para algunos pocos espectadores “¿Cuánto falta para qué termine; cuántos minutos van?”, se repetía la pregunta una y otra vez, mientras los gritos de aliento en la popular no cesaban. El desenlace de los minutos finales desencadenó el delirio en las gradas y el pitazo final nos dejó como saldo una enorme alegría, con los futb9olistas festejando con sus familiares en pleno campo de juego en una campaña histórica del club. ¿Cuándo viviste un torneo sin sufrimiento? Un semestre para disfrutarlo, que le da a Los Andes la posibilidad firme de jugar por un ascenso. O bien de ascender directamente si se obtiene el Clausura, aunque Seba López fue clarito en esto: “Dejamos disfrutar de este día de festejos ¡Sabés lo que costó!”. “Este es el primer paso y es sumamente importante. Venimos de una campaña bastante regular en cuanto a resultados. Pero no hay tiempo para relajarse, que ya comenzamos otro campeonato y tenemos toda la responsabilidad de seguir ganando comenzando con dos partidos de local”, señaló el capitán del equipo. Casi diez años después volvemos a celebrar en un fin de torneo con gritos y abrazos que se extendieron hasta altas horas de la noche. ¡Salud campeón!
• El artillero: El ‘capo canioneri’ lomense, Manu Brondo, no pudo ser menos y metió el pie derecho para poner cifras finales a la épica remontada, tras una guapeada y pase atrás de Fede Martínez. “No tengo palabras. No sé qué pasó. Salimos al segundo tiempo con la idea de tirar todo a la cancha y se nos dio", dijo el Galgo, ni bien finalizado el partido al ser reporteado por TyC Sports, que se perderá el inicio del Clausura por acumular cinco amarillas, tras su alocado festejo. “Era ir a muerte. Queríamos ganarlo y no nos importaba Colegiales. Lo merecíamos", agregó Brondo, quien convirtió un total de siete tantos en el Apertura y fue importantísimo en sprint final ya que seis los anotó en las últimas ocho jornadas. El delantero le dedicó esta alegría a sus padres. “Ellos saben cuánto la peleé. Esto un mimo al alma", concluyó entre lágrimas.
• Debut en las redes con la Milrayitas: El ingreso de Fede Martínez fue clave para el heroico triunfo. Tras el penal que le cometieron a Mati González, el delantero pudo quitarse la mufa que lo persiguió durante todo el Apertura desde los doce pasos, como lo hizo Brondo ante Liniers, y debutó en la red con la casaca de Los Andes, similar bautismo en las redes a Martín Soria en 2014 (aunque fue de jugada) y también en la remontada ante Almagro, que le daba tranquilidad al equipo que se consagraría campeón en 2014. Aunque en esta ocasión, Martínez fue puntal para comenzar a soñar con el descuento. “Hubo cambios que entraron bien que no tiene que ver desde lo posicional sino en cuanto a la predisposición de los futbolistas que se metieron en cancha a dar una mano y resolver algo que venía esquivo”, comentó el entrenador Fernando Ruiz, tanto por Martínez como por González.
• Premio al esfuerzo: Ezequiel Gallegos se montó por momentos el equipo al hombro cuando la pasaba mal el equipo en cuanto al resultado adverso. Y tuvo premio cuando, con todo el arco a su merced, el volante estuvo en el lugar exacto para igualar la historia, luego de que un futbolista de Cañuelas rechazó la pelota de la línea, y que tendría un desenlace épico. El nos regaló su gol, pero su hijo Luan le hizo el mejor obsequio con un cartelito agradeciéndole todo a su papá, quien se conmovió hasta las lágrimas.
• Una remontada épica: Los Andes no ganaba un partido con desventaja de 2 goles desde hace casi 16 años, cuando en octubre de 2008 le ganaba 3 a 2 a Ferro Carril Oeste en Lomas. Claro que en aquella oportunidad no lo hacía en una instancia definitoria por un título. Tras finalizar la primera etapa, Fernando Ruiz remarcó que “en el entretiempo no hubo mucho que decir”. “Lo que recibí del grupo ni bien terminamos el primer tiempo fue la autocrítica que ellos mismo tuvieron y tienen en cada ocasión que se presenta. Esto hace más fácil para no tener que remarcar, ni inculcar nada. Solo les dijimos que sean lo que fueron a lo largo de este último tiempo, ya que son muy competitivos. Ellos creyeron que lo podían revertir y así lo demostraron”, explicó el estratega Milrayitas.
• Números históricos: Si bien no concluyó la temporada, Los Andes acaba de dejar asentado en este Apertura 2024 uno de sus mejores torneos en cuanto a cifras, cosechando 14 triunfos, 4 igualdades y solo en 3 oportunidades sufrió reveses. Esto hace que el coeficiente de unidades obtenidas sea del 73,01%, solo superado en estos últimos diez años con este formato en la Primera B por Talleres (el pasado año alcanzó el 77% en el Clausura) y Armenio (obtuvo el 75% en el Clausura 2022), aunque disputaron cinco partidos menos que el Milrayitas. En cuanto a la historia del conjunto de Lomas de Zamora, esta campaña es la séptima con mejor promedio entre puntos obtenido y disputados en general, según datos de Nico Sansivero, mientras que las mejore fueron: Tercera División 1938 alcanzó 93,33% de efectividad (28 puntos sobre 30); Segunda División 1934 un 84,21%; Tercera División 1937 un 78,57%; Segunda División 1957 un 76,47%; Primera B 1960 un 76,47% de efectividad y Segunda División 1956 un 75% de efectividad. Además, el Milrayitas es la cuarta vez que gana un torneo todos en la era profesional: Tercera División en 1938, Segunda División en 1957 y Primera B en 1960, sin contar el torneo Transición de Primera B 2024, cuando fue dividida la temporada en dos zonas. También, al dar vuelta el partido ante Cañuelas, Los Andes logró alcanzar seis triunfos al hilo en Lomas de Zamora, algo que no conseguía desde la emblemática temporada 2000 con ascenso a Primera A incluido.